Muy rápido se les pondría de cara a los chicos de Valverde el partido tras el gol de Griezmann en un córner botado por Messi, en lo que era el regreso del 10 a la titularidad y al Camp Nou tras su lesión, aunque se retiraría lesionado en el descanso. El argentino comenzó participativo aunque fue de mas a menos. Le falta ritmo aunque la magia no la ha perdido.
Pintaba bien la cosa cuando en el 15' de partido un zambombazo de Arthur ponía el 2-0 en el marcador. El carioca firmó una primera parte brillante mostrando un gran repertorio de pases y recursos para salir de la presión ejercida por el Villarreal, que en el primer tiempo no fue mucha. En la segunda mitad se diluyó, aunque no dejó de ser decisivo.
El ritmo hasta el minuto 45' fue lento, muy lento. Muy pocas llegadas al área rival y una circulación de balón muy calmada. El Barça incluso le cedió el balón al submarino amarillo en varios tramos de la primera mitad. Al final el conjunto azulgrana pagó la desidia con la que se estaba jugando el partido encajando un gol al borde del descanso obra del mago Cazorla. Nadie salió a taparle y su disparo fuerte y centrado se lo comió Ter Stegen; no estuvo fino el meta alemán en esa jugada.
Con este percal se llegaría al descanso y tras el paso por el vestuario se vio un partido completamente diferente. Entró al césped Dembelé por el lesionado Messi con mucha chispa. Un par de buenas acciones suyas por banda reavivaron el partido, aunque el francés se diluyó con el paso de los minutos. Lo que no se diluyó fue el Villarreal, que salió al campo con tres marchas mas y metió miedo con un tiro de Cazorla que salvo bien Ter Stegen.
El conjunto de Calleja volcaba su juego en las bandas, sobre todo en la de Chukwueze para aprovechar su enorme velocidad y desborde. Destacó la figura de Lenglet que hizo muy buenas coberturas a Junior.
Con el Villarreal manejando la pelota, mención especial para un Cazorla estelar, Valverde decidió dar entrada a de Jong, suplente en el día de hoy, para recuperar el control del partido. El holandés entró por un discreto Sergi Roberto y cumplió con la función que le encomendó el entrenador extremeño.
El partido estaba frenético, el submarino tenía sus opciones, como un disparo de Moi Gómez desde la frontal, el cual bloca muy bien abajo Ter Stegen, y el Barça se acercaba con peligro a la meta de Asenjo, que mas allá de los goles no se vio muy exigido por el tridente de ataque azulgrana.
Griezmann cuajó una buena actuación y estuvo mas participativo que en Granada, pero Luis Suárez ha jugado un partido nefasto. El uruguayo no ha estado nada acertado ni en el pase, ni en el regate, ni en la definición. Todavía sigue en los Cármenes.
Ante tal situación fue el momento de Ansu Fati, que entró por Luis Suárez en el 76', y para quitarse el sombrero con este chico. 16 años tiene el chaval y juega con una madurez impresionante. Siempre buscando hacer daño al rival, encarando permanentemente y con un descaro impropio de alguien de su edad. Él fabricó un puñado de ocasiones para el Barça como un tiro cruzado que se fue por poco, una conducción que casi acaba en penalti y otra que terminó en falta, la cual lanzó Piqué y que paró Asenjo.
Mucho tiene que cambiar este Barcelona si quiere repetir título, porque su juego no está convenciendo.
Ricardo del Coso Gómez
Ricardo del Coso Gómez
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