"El F.C.Barcelona es uno de los mejores clubes del mundo. Sobre el terreno de juego, claro está, porque con temas ajenos al deporte su comportamiento como institución deja mucho que desear. Van de polémica en polémica y no son precisamente deportivas. A la hora de hablar de Catalunya el club azulgrana siempre toma posiciones.
En cada partido jugado en el Camp Nou, se pueden escuchar gritos de Independencia en el minuto 17 y 14 segundos, haciendo referencia al año 1714, en el que las tropas borbónicas sitiaron Barcelona durante la Guerra de Sucesión Española. No solo eso, también es una tónica habitual que la afición culé pite el himno nacional en cada final de Copa del Rey. Así como el himno de la Champions por una polémica con las esteladas, las cuales están presentes siempre en el feudo blaugrana.
Pero lo que hoy acontece es el posicionamiento del club en contra de la sentencia del Procés, que se ha dado a conocer esta mañana, en la que los líderes políticos que organizaron el referendum ilegal el 1-O han sido condenados por sedición con penas entre 9 y 13 años de prisión.
El F.C.Barcelona, que siempre ha defendido el "derecho a decidir", ha emitido un comunicado en el que considera que "la cárcel no es la solución" y pide diálogo.
¿Y por qué han cometido un error con este comunicado? Muy simple. El Barça es un club que tiene influencia mas allá de Catalunya. Gente de todas partes de España y del mundo son aficionados del club y no se sienten identificados con el mensaje que ha dado. De nuevo han usado al Barcelona como equipo para transmitir unas opiniones políticas que no son comunes a todos los seguidores.
El otro equipo que juega en primera división de la ciudad condal, el Espanyol, ha colgado en redes sociales un texto en el que aclaran que son "una entidad puramente deportiva y, como tal, no representa los sentimientos, ni los posicionamientos personales e individuales de todos sus socios, como no podía ser de otra manera".
Dos clubes deportivos de la misma ciudad que sin embargo adoptan posiciones muy diferentes; mientras uno decide mantenerse al margen de la política y dedicarse a lo estrictamente deportivo, el otro se sitúa claramente en un bando, sin importarle sus aficionados y la división de opiniones que estos tienen acerca de este tema. Por mucho que pienses así mi querido Barça, el deporte y la política no van de la mano."
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