Se cerraba la novena jornada de liga en el Pizjuán con un partido que enfrentaba a Sevilla y Levante, dos equipos que nunca defraudan y brindan siempre un buen espectáculo. Y así fue.
El Sevilla salió al campo con el equipo "de gala", al que le faltó Carriço, que está lesionado y su lugar lo ocupó Koundé. Otra novedad fue la presencia de Chicharito, que le arrebató la titularidad a de Jong tras el holandés no dar una de cara a portería.
Por parte de los granotas la presencia de Melero como enganche y de dos jugadores veloces y habilidosos como Hernani y Morales en banda, hacía intuir que el Levante buscaría el manejo de la pelota y abrir el campo con estos jugadores, bien para poner balones al área o para que intentasen la jugada individual.
MEJOR PRIMERO EL LEVANTE
Pues al equipo de Paco López le comenzaría a salir bien su propuesta de juego y tras los clásicos minutos de tanteo con su rival consiguió arrebatarle la pelota al Sevilla en su feudo y llegó a dominar generando alguna que otra ocasión. Morales y Hernani buscaban el desequilibrio por la banda y en una de estas, el portugués forzó un fallo de Reguilón y encaró a Vaclik, aunque estaba muy escorado y el meta sevillista no tuvo problemas para despejar su disparo.
LOS LATERALES DEL SEVILLA
Si en algo destaca el conjunto de Lopetegui es en las bandas, donde se ubican Reguilón y Jesús Navas, que está viviendo una segunda juventud, si es que alguna vez se le acabó la primera. A base de internadas de los laterales el Sevilla se sacudió el dominio del Levante. Fue una constante a lo largo del encuentro; Navas arrancaba, se apoyaba en Banega y en Ocampos, y estos le devolvían la pelota mejorada para que pusiera el cuero al área. Así llegó la ocasión más clara del Sevilla en la primera mitad, donde el centro le llegó a Reguilón que remató a bocajarro e hizo que Aitor se empleara al máximo, demostrando que es uno de los mejores porteros de la liga. En el caso del Canterano del Madrid, cada vez que tenía algo de espacio echaba a correr y avanzaba metros y luego, buscaba el pase interior o romper él mismo hacia dentro.
Tras el descanso el guión no cambió y el Sevilla continuaba atacando. Pero comenzó a estar presente el síndrome del Camp Nou; todo lo que tenía lo fallaba. Llegaban al área pero no finalizaban con éxito los jugadores del equipo hispalense. Nolito, Chicharito, Ocampos... ninguno conseguía tumbar el muro construido por Aitor.
FIN DEL GAFE
Lopetegui, que ya veía el 0-0 como una posibilidad introdujo un doble cambio. Entraron de Jong y Óliver y el Sevilla cambió el modelo para que arriba convivieran de Jong y Chicharito. Entonces le cayó un balón al holandés en boca de gol tras un disparo rechazado y con todo a favor la echó fuera. Parecía una noche más. Al mexicano tampoco le salían las cosas, perdonando solo delante de Aitor.
Y cuando el partido parecía visto para sentencia, Campaña perdía el balón en el centro del campo y el balón le llegaba al incansable Jesús Navas, que corrió a por el como si fuera el primer minuto del partido, y le puso un centro perfecto y medido a de Jong, que rematando de espaldas introdució la pelota en la portería del Levante, dándole los 3 puntos a un Sevilla que mira alto.
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