Al fútbol se gana con goles. Si la pelota no entra en la portería del rival es totalmente imposible vencer en este deporte. Y si tu contrincante lo mete todo apaga y vámonos. Esto es lo que se ha visto esta noche en el Camp Nou. Un Sevilla que lo intenta por todos los medios pero no es capaz de superar a Ter Stegen y un Barcelona que dio una master class de efectividad en su feudo.
Hubo sorpresas antes de comenzar el partido. Griezmann y Busquets se quedaron fuera del 11 inicial en favor de Dembélé y Arturo Vidal, que fue recompensado por Valverde tras su gran actuación ante el Inter. Lo cierto es que el Txingurri acertó de pleno. El ex del Atlético no estaba cuajando buenas actuaciones en banda izquierda y, estando por detrás de Messi y de Suárez en las preferencias del técnico, fue el sacrificado en favor del mosquito. Con el chileno la historia es otra pues no estaba teniendo mucho protagonismo esta temporada y tras el partido contra el Granada permaneció inédito hasta el encuentro de Champions contra el Inter, donde fue un estupendo revulsivo para un descafeinado Barça.
Arrancaba el partido y el Barcelona intentaba imponer su juego con el dominio de la pelota, mientras que el Sevilla buscaba presionar alto y robar en zonas peligrosas. El plan que resultaba vencedor era el del conjunto hispalense, que llegaba con mucha claridad a la meta de Ter Stegen.
LUUK DE JONG Y SU NOCHE NEGRA
Con este guión en el partido, entro en juego el delantero holandés del Sevilla, quien no tendrá recuerdos muy dulces de este encuentro. Hasta cuatro ocasiones clarísimas tuvo el ex del PSV y tres de ellas ocurrieron cuando el partido aún iba 0-0. La primera, un remate de primeras tras un pase atrás de Ocampos que se encuentra con un imperial Ter Stegen (una vez mas salvando los muebles el alemán). Luego, tras un córner botado por Banega le quedaría el balón franco para el remate, pero su disparo con la pierna izquierda se marcharía desviado. Unos minutos después mandó un cabezazo picado fuera y por último, tras haber robado dentro del área un balón a Arthur, su disparo posterior se fue al palo. Acabó siendo sustituido por Chicharito en la segunda mitad.
EL BARÇA Y LA EFECTIVIDAD
Dicen que tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Pues hoy no fue así, el Sevilla perdonó demasiadas ocasiones ante el peor rival posible, el Barcelona. Porque el conjunto azulgrana puede llegar una vez con claridad y marcar un gol. Y esa vez llegó. Percutió Semedo por banda izquierda y le puso un gran centro a Luis Suárez, que se sacó una chilena de la manga para anotar un golazo y adelantar a su equipo en el marcador. El Uruguayo está en racha y ya lleva 4 goles en los últimos 3 partidos.
Entonces, un vendaval llegó al área del Sevilla que vio como en apenas 10 minutos iba perdiendo de tres. Arturo Vidal primero, tras un magnífico pase de Arthur y Dembélé después, dejando la cintura de Diego Carlos por el camino, ampliaban la renta para el Barça. El Sevilla quedó fulminado en un abrir y cerrar de ojos y el partido quedaba visto para sentencia.
Los equipos se fueron al vestuario y tras la reanudación, el Sevilla intentaba mantenerse de pie mediante ocasiones que no llegaban a buen puerto y dos incansables laterales como son Jesús Navas y Reguilón.
LA LEY DE MESSI
Y apareció Messi; no es que el argentino hubiera estado desaparecido ni mucho menos, estaba muy participativo en la construcción de balón y dejando innumerables detalles pero Leo acabó de desatarse en la segunda mitad. Conducciones de balón solo a su alcance (una de ellas habría acabado en gol de no ser por Vaclik), pases imposibles (como uno que dejó solo a Suárez y de nuevo el portero sevillista evitaría el gol), un amplio repertorio de regates y, de nuevo, un golazo de falta. Su primer tanto de la temporada. Se va entonando el 10 con vistas al clásico.
EL SHOW DE MATEU
Y como no podía ser de otra manera, acaparó los focos Mateu Lahoz en los últimos minutos. Primero explulsando al joven central Araujo el día de su debut tras una acción muy controvertida con Chicharito y acto seguido llegaría Dembélé para decirle el clásico "eres muy malo". Pues a la calle también el francés y veremos si está para el partido contra el Madrid. El festival de las tarjetas guardaba también una amarilla para Busquets.
Finalmente el encuentro acabó con 4-0 a favor de un Barça que sigue con su buena racha y aplastando a un Sevilla que no mereció tanto castigo.
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